El exgobernador de Morelos y actual diputado federal, Cuauhtémoc Blanco, compartió a través de sus redes sociales con entusiasmo su reafiliación, el exfutbolista destaco que el movimiento “pronto alcanzará los 10 millones de afiliados” ratificando su respaldo a los principios de justicia, igualdad y bienestar que pregona la Cuarta Transformación.
Sin embargo, entre las ultimas polémicas políticas que han pasado en el estado de morelos, levanta dudas entre los ciudadanos morelenses. Durante su administración (2018-2024), Cuauhtémoc Blanco dejó una estela de polémicas, incluyendo señalamientos de corrupción, funcionaros señalados por desvío de recursos y un evidente distanciamiento con la ciudadanía. Su gestión fue duramente cuestionada por la falta de resultados, principalmente en seguridad, obra pública y desarrollo social.
Ahora, su reafiliación a Morena genera suspicacia: ¿se trata de una convicción ideológica o de una estrategia para mantenerse dentro del círculo de poder y evitar posibles consecuencias legales? La pregunta es pertinente, sobre todo cuando en Morelos aún resuenan los ecos de su cuestionado gobierno.
El partido oficialista, que en su discurso insiste en no encubrir actos de corrupción, enfrenta el reto de demostrar si su apertura a Blanco responde a una verdadera creencia en su proyecto o si, por el contrario, es una muestra más de cómo el poder puede ser utilizado como escudo ante la rendición de cuentas. La duda queda en el aire, y la respuesta, como siempre, la tendrán los ciudadanos.


