Desde hace 58 años, doña Rosalía Aguirre ha sido parte de la Feria de Tepalcingo, donde cada año instala su puesto de sombreros. Originaria de Axochiapan, Morelos, pero con más de seis décadas viviendo en Amecameca, Estado de México, recuerda con nostalgia iniciar su labor como vendedora de sombreros en la feria màs grande de morelos.
En sus primeros años en la feria, doña Rosalía vendía cada sombrero por solo un peso. Rememora que, en aquella época, la iglesia de San Martín aún funcionaba como panteón y cómo el comercio se desarrollaba de manera distinta. También cuenta que la primera vez que llegó a Tepalcingo lo hizo en un carro de carga, como muchos comerciantes de aquel entonces.
A lo largo de los años, ha visto crecer la feria y transformarse en una de las más importantes del país, siendo testigo de los cambios en la tradición y el comercio. Para doña Rosalía, Tepalcingo es más que un lugar de trabajo; es parte de su historia y de una costumbre que ha mantenido viva por casi seis décadas.